Cristina nació hace ya un puñado de años en una ciudad bastante anodina que se llama Puertollano (si, la del AVE) y estudió Bellas Artes en Madrid, facultad en la que impartió clases hasta hace bien poquito y a las cuales unos pocos afortunados entre los que me incluyo, tuvimos el lujo de asistir. Algo que recuerdo muy nítidamente es que hablaba de la técnica fotográfica como a niños de 3 años se tratara, sin alardes, sin tecnicismos ni complicaciones, de una manera llana, casi inocente, que esa misma mirada que tiene a través del objetivo.
Su trayectoria comenzó y se especializó retratando usos y costumbres de España, tarea que comenzó en la década de los 70 y que junto con los grabados de Goya, los considero de los mejores testimonios plásticos de la que muchos llamaron la España profunda. Su primera exposición individual ´España Oculta´ recorrió muchos países, se entregó a mostrar los aspectos más retrasados y auténticos de un país que se esforzaba en ser moderno y en despreciar sus tradiciones. A medio camino entre el reportaje y la crónica, éste interés por las tradiciones locales, la llevó a retratar otros muchos países como México, Polonia y otros países mediterráneos.
Ahora mismo se encuentra embarcada en su proyecto más personal, en el que pretende reunir y mostrar toda su trayectoria personal y artística, a través de imágenes que hablen de la dualidad de la vida y el hombre. Casi nada.