Ubicación– Se encuentra en el centro de la Comunidad de Castilla y León, con una extensión de 17.000 hectáreas que transcurren a lo largo del Duero, repartida entre 59 municipios entre las provincias de Burgos, Valladolid y Segovia y Soria.
Historia– Si bien el comienzo de la viticultura se remonta a la época romana, no será hasta la Edad Media, con las órdenes monásticas de por medio, que se administre su producción y distribución. Ya en el S.XII monjes de la Abadía de Cluny en Francia producía vinos en Valbuena del Duero, pero no sería hasta la llegada de la Revolución Industrial y el nacimiento de la Bodega Vega Sicilia, estandarte del vino español, cuando la Ribera del Duero comenzaría a cobrar cierta relevancia en el mercado internacional.
Clima– El clima es continental, seco y con brumas persistentes en los bancos de los ríos. Llueve poco y cuando lo hace suele ser en Septiembre, lo que dificulta las labores vinícolas. Además, en inviernos hay muchas heladas.
Suelos– La vid suele cultivarse en terrazas ubicadas a medio punto entre la meseta y el río, muy calcáreo en zonas altas y pobre en nutrientes. La mayoría de estos viñedos se encuentran entre 700 y 1.000 metros de altura.
Variedades: El tempranillo es el más extendido, si bien hay una fuerte presencia de malbec, cabernet-sauvignon, merlot y garnacha. Esta es una Denominación de Origen que sólo autoriza vinos tintos y rosados.
Tip: hay una ruta en la Ribera del Duero que es preciosa: la carretera N-122. A ambos lados hay campos y campos de viñedos, y bodegas, entre ellas la preciosa Abadía Retuerta. También muy recomendable la Bodega Protos, que está en un enclave inmejorable: a los pies de Peñafiel (un precioso pueblito amurallado que parece la proa de un barco en lo alto de una colina), en un edificio de Richard Rogers, que aúna tradición y modernidad.