Chile nuestro que nos llevas al cielo,
santificado sea tu nombre, ancho, pasilla o chipotle,
venga a nosotros tu ardor,
óbrese tu milagro
asi en los tacos como en los guisos.
Danos hoy nuestra ración de cada día;
valora sólo a aquellos que entran picando pero no a los que salen,
déjanos todos los días caer en tu tentación,
y líbranos de la sin sazón.
Arden.