Ahora que se van acercando las fiestas navideñas, hay que ir haciendo acopio de manjares varios para decorar nuestras mesas durante tan señaladas fechas. Una de estas delicias que no puede faltar es un buen queso manchego.
El auténtico queso manchego es el que se produce en la zona amparada por la Denominación de Origen, que abarca parte de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Cuando lo vemos entero, su forma es redonda y achatada. Su aspecto exterior es entramado y sus caras planas tienen líneas que dividen la superficie en cuatro partes.Su color es natural, aunque dependiendo de su curación el tono puede variar del marfil al pardo. El auténtico queso manchego es 100% de leche de oveja, y así debe constar en la etiqueta distintiva del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Manchego, con su logotipo. Numerada y seriada, ésta garantiza que la pieza ha superado los controles de calidad más estrictos. Para su elaboración, pasa una maduración mínima de 30 días, para quesos con peso igual o inferior a 1,5 kg, y de 60 días, para el resto de formatos, y máxima de 2 años. Esto lo convierte en un queso que se caracteriza por su sabor y aroma intensos, propios del queso de gran calidad, un ligero picor y una textura escamosa.
Como os podéis imaginar, la producción de este queso, como el de tantos otros, está muy regulada y los maestros artesanos compiten para recibir trofeos y acreditaciones con el fin de mejorar sus ventas. Este es el caso del Queso Manchego Artesano Dehesa de los Llanos que ha ganado hace unos pocos días el World Cheese Awards, siendo elegido como Mejor Queso del Año 2012 entre más de 2.700 quesos de todo el mundo. Esta es la primera vez que un queso español es considerado el mejor del mundo. En su web se puede adquirir una de estas bellezas, de 3 kilos de peso por el módico precio de 150 euros. Vamos, un manjar.
